
Anda el silencio
creciendo como una fuerza irrefrenable,
organizando
cuadrillas de voces mordidas,
de basurero en basurero juntando el músculo y el fuego,
desde el humo de las barricadas
desde las bancas nocturnas desde sus frazadas de cartón,
rompe el capullo
y comienza su marcha.
Para convertirse en un grito feroz
ha juntado todos los silencios en el último silencio
y quedado a la espera en primera línea
de la voz clandestina que llame al avance
sin considerar ni una sola vez la duda
con el corazón limpio y latiendo.
incendiando el miedo
venciéndolo desde el alma.